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Una de las vidas

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  Porqué es tonta y maravillosa mi devorada y jugosa   amante colorida me das fuerza cuando caminas  Oscura y alta de sabores tienes fuerza de amiga que me ofrece dulces  con su baile Me das frío y comfort después del día, a cada paso dame bofetadas de las buenas que las tuyas me despiertan  Los que te poblan  ¡Oh paso apurado! son los ojos negros  y colorados de las tardes entre nubes La llaman vida y es en la muerte que distingo que eres una amante traviesa y divertida 

Muere

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Te hablé y hablé,  y mi aleteo lo viste como bello, con toda mi  capacidad  y fuerza te llamaba y como podía,  para brindarte compañía diaria Solo cantaba y te amaba desde la distancia y sé que aunque eras mala adivinando señas. Quería que supieras como un canario  te visitó en tu ventana en las mañanas Y soy quien te hizo viuda, visitándote en una encarnación después de la muerte Solo con mi aleteo  y energía buscaba recordando  en tu rostro que ambos alimentábamos y fotografiábamos la naturaleza hoy perdida a tus ojos  que ya no gozan los detalles de la vida

El Ego, el yo y Dios

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¡Oh creador de grandes momentos!       Eres yo, gracias a Dios            Gracias a Dios puedo ser yo                Y Dios me concede la palabra                   y el verbo que transita                     tu contenido perfecto                       aunque incompleto.                                             Eres poema en una novela                                               de la vida una creación                                                  ensayo, hipotético de una tesis                                                    puesta a prueba por el jurado de la vida                       Quizás vuelvas a mi,                        vida mía, con la verdad del canto                         cual sirena encantado                           pero con la fuerza de los libros que profesan                             en lo que tantos hombres                             murieron creyendo                                          Soy yo una de ellas