La Navaja de Ockham

  Sonido de un pensamiento a gritos en el silencio quiere nadar en la nada me ama con fuerzas enemigo Busca crear un vacío cuando hay de todo en mi pecho es el dolor  sincero No quiero darle y lo toma no hago nada  obsesivo Te pienso hoy del todo es cuando no hay nada en la cabeza No es debilidad pero no es fuerte yo le doy todo no lo conozco. En persona no me habla solo su rostro oscuro me gana    

En la madrugada me acompaña el sonido de tu aliento sea en recuerdo o en hábito de tener una fuente  de amor incandescente Son tus labios agotadores y te ama la vida por ello ya que disipas mi reencuentro a una sola actividad nocturna Ya en la madrugada me despierto con el susurro de tus besos es la creencia que sigues amando el reencuentro matutino Sea mañana o quizás tarde cuando agradezca al cielo por tu sonrisa perenne aún en mis momentos de llanto

Como la espuma a las orillas del mar          hay un sonido            invita al silencio      es silencio en sí mismo           no dice nada              pero grita dímelo todo. Es blanca, como la luz        la espuma             hace contraste con el azul del mar         como un cuello blanco y largo lo hace         con una cabellera negra.                      Hace desaparecer en una,                  la visión desde arriba de dos                       en una noche entre visión oscura             brilla como focos en una noche perfecta                                             en una plaza.            El paseo se hace rápido, pero se detiene                      en tus ojos                                       como el blanco de la espuma entre el mar.                                Sigue su marcha, como un recuerdo que va y viene                     como la marea vacilante, entre avanzar o devolverse                                  todo por efecto de la