La Navaja de Ockham

Si, perdí la cuenta de cuantas luces parpadean cual ojos que me observan brillando siempre y acompañándome. Es quizás un logro hermoso percatarme de su nobleza en su confianza al verme torpe luchando contra la corriente. Vi entonces, son enormes, lejanas y eternas siempre a mi lado y al de millones tan propias mías como de todos comparto su brillo durante la noche inspirado por su constante luz y sabiduría. No dicen nada y me retan serán mis palabras y mis sueños que toquen su esplendor sin despegar del suelo. Ahora quiéreme inmensidad sí, soy diferente a tu grandeza tú tan simple y yo tan torpe tú quieta y yo ansioso siempre estarás ahí cual esperanza de ser alta y alcanzada. Ahora vuelvo a tus brazos vagos y pacientes porque se cansan mis mu

Inicia la conversación sin palabras y abandono te deseo lo mejor porque he sido tu doliente perdedor amante de ilusiones y ahora con terror te suplico deja que mi pecho vuelva a latir pensando con esperanzas de algo nuevo y grandioso de encantos y simple ilusión. Canalla pasado me persigues, cuenta gotas de llanto inseguro que cuando pasan los minutos, deseo que te pierdas en un mar de mentiras cuando recuerdo al mirar el infinito y su olor de un beso regalado y con él mi corazón. Es con este mi revolver de tortura donde veo la luz de vencer tantas falsas vidas ahora mírame a los ojos y te pido que reacciones con verdadera pasión de quien nuevamente trae sus verdades cristalinas como estandarte de su nueva vida. Con tus amplios ojos de verano, me pue