La Navaja de Ockham

  Juraba,que ya despierta, eras presa de ocupación así que te llevé café, y mi sorpresa fue que dormías aún  Poemas entre tu belleza amor en tu figura amanecer rompiente en tus ojos eras ya imagen de lo que quiero vivir para siempre.  Afirmaba tu mirada dormida y retozante feliz por no despertar tu día latente entre tus pestañas  Esta danza de la rutina este amor entre la mañana no había mi mente despertado no sin ti todavía Sabía que gracias a ti centraría mi vida entre poemas pero no sabía que duraría hasta finales de semana Ya que es un estupor del recuerdo como el que me posee cuando pierdo la consciencia y no me veo     

  Ya te veo grande aún nocturna mañana incipiente  lucero futurista  llama de calidez que encenderá mil  corazones  Te reto a dejar  mi corazón  oh, estrella perenne que ilumina el firmamento  de mis ojos desde aquel instante  de mi despertar y el tuyo Fue tu sonrisa de amanecer y el lente de mi memoria que captura en mis pasos la creatividad de la vida, en mi pasar por la tuya y la verdad De este cuento que empieza en tu primavera otoñal  que desde existente me procura el aliento  que respiro 

En la mañana, rodeado de la naturaleza callada                         silenciada, en reposo          me descubro meditando sin saberlo                               buscando los remedios para estar acompañado          un buen libro, un poema, música, entre otros:                                                   todas esas cosas rechazadas por Nietszche                          que me mira y me rechaza                                 desde mis pensamientos. Escribo solo, acompañado por mis mascotas                       en estado de reposo, casi sin reaccionar a mis movimientos                                                        deambulando por mi hogar, que casi se siente como una casa                         busco salidas, bebidas, dulces, baño, ejercicio                                                                                                  nada. Quizás deba entregarme a mis vicios                                                   esos que me atan con un