La Navaja de Ockham

 Finalizando la botella al principio de la misma me di cuenta que la odiaba y no había escape Era mi destino acabarmela tomarme la botella desde el alba hasta el ocaso No veía fin y era la misma solo que todo tiempo, una nueva Me alimentaba y yo sediento no sabía que bebía por mis penas mi contenido Quisiera arrancármela de los labios y del tiempo no sé nada y tú menos Ya no veo el fondo todo claro cierro los ojos y veo todo.

 Hoy se esconde la luna y se abren mis ojos dejando en mi pecho energía del campo Brota de mi un respito y amanezco temprano con tu mirada a mi lado ya no me siento solitario Somos cuerpos encontrados en aparente casualidad con nuestros pasos curiosos avanzamos a la verdad Que te amo y me aseguro una y otra vez eres real y ominente: creó una dulce creatura Mi imaginación pulula de esta vida a la cordura al darme cuenta sin tocarte que no eres una hermosa pintura He roto el espacio-tiempo mis versos y costumbres de mis besos ya correspondidos es mi vida ya sin disolverse Puedo vivir y crecer de tu mano beber el sorbo que me otorgas a tu lado soñar el encuentro Esta verdad digo eres fuerte y vuelvo a sentir tu aroma aunque sea en mi mente Te dejé en el cuarto enfrente y juego a que mi mente sincela tu silueta tranquila del sueño que te invade Veo tus ojos esperando un nuevo día de esperanza en mi vida con mi paso a tu lado ando

La necesidad                      y la fuerza (sea tenerla o carecer)                                        te propone pertenecer una idea en la que el control más fuerte lo ejerces en tu contra.                                                Quizás bebas del mismo cáliz                                   ...

En la mañana, rodeado de la naturaleza callada                         silenciada, en reposo          me descubro meditando sin saberlo                               buscando los remedios para estar acompañado          un buen libro, un poema, música, entre otros:                                                   todas esas cosas rechazadas por Nietszche                          que me mira y me rechaza ...