Una vida, sin terminar, entre Caracas y Venezuela
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Salgo con mi mamá a caminar
por la avenida Urdaneta
vemos el Palacio de Miraflores
donde vive el regente
Llegamos a la Plaza Bolívar
donde hay una estatua
de bronce del Libertador
Simón Bolívar
que nos dio la independencia
Entramos a la Catedral
que es muy antigua y bonita
allí está la tumba de los padres de Bolívar
y también la del doctor
José Gregorio Hernández
Seguimos por el Paseo El Conde
donde hay muchas tiendas y cafés
nos compramos un helado
y nos sentamos a ver la gente pasar
Vamos al Parque El Ávila
un pulmón verde
vemos muchos árboles,
flores y animales
y respiramos aire puro y libertad
Desde Caracas
visité la casa natal
de Bolívar
que luchó y ganó
contra el imperio español
También fui al Panteón Nacional
donde están
los restos de los próceres
y al Paseo Los Próceres
donde hay monumentos y fuentes
De Caracas me fui a Margarita
una isla de playas paradisíacas
donde disfruté del sol y el mar,
también de las compras
En Margarita vi los castillos
y fortines
que defendieron la isla de los piratas
y el valle de San Francisco
donde se venera al Santo Niño
Luego tomé un avión
hasta el archipiélago de Los Roques
un paraíso de coral
y arena blanca
donde nadé con peces de colores
Me quedé unos días
disfrutando de la naturaleza
y la paz
hasta que decidí
seguir mi viaje
hacia el sur, hacia la selva
Llegué al Parque Nacional Canaima
donde me maravillé
con los tepuyes
esas montañas planas y misteriosas
que guardan secretos ancestrales
Vi el Salto Ángel
la cascada más alta del mundo
que cae desde el Auyantepuy
con una casi altura de un kilómetro
De ahí me fui a Mérida
una ciudad andina y universitaria
subí al teleférico
que me llevó hasta el Pico Espejo
También visité el Parque Sierra Nevada
donde hay glaciares y lagunas
también el Parque Los Aleros
donde se recreaban la vida de antaño
Pasaron los años
me fui a Maracaibo
crucé el puente sobre el lago
y vi a la Chinita
Conocí su cultura
su música, su gastronomía
y su alegría
también el drama
que ha marcado
el desarrollo de Venezuela
Desde Barquisimeto
con su tradición musical
vi el obelisco más alto
y el monumento a Alirio Díaz
Disfruté del Festival del Cuatro
y también de la Feria Internacional
de San Sebastián
una fiesta popular
con mucho sabor
Ya en Puerto Ordaz
más moderna e industrial
vi los castillos de Guayana
testigos de la colonización
Admiré la fuerza del río Orinoco
uniéndose con el río Caroní
y también la belleza
del Parque La Llovizna
donde hay cascadas y senderos
En Valencia más central
visité el Campo de Carabobo
sellando nuestra
independencia
Conocí también la Colonia Tovar
fundada por alemanes
y también el Parque
donde hay un lago
y un jardín botánico
Luego me fui a Coro
más colonial y patrimonial
y recorrí sus calles y casas
antiguas
y su catedral
de igual edad
en el país
Me impresionó
el contraste entre el desierto y el mar
también el Parque Nacional Médanos de Coro
donde hay dunas de arena dorada
Fui luego a Choroní
un pueblo costero
con mucho encanto
donde me bañé en la playa de Chuao
y probé el mejor cacao
de todo el mundo
Me relajé en una posada colonial
con vista al mar y a la montaña
visité el Henri Pittier
y encontré una gran diversidad
Cumaná la primera ciudad
fundada en América
vi el castillo de San Antonio
y el museo de Eloy Blanco
Entré al Parque Nacional Mochima
hay islas, playas y arrecifes
navegué por el golfo de Cariaco:
¡hay delfines y ballenas!
Llegando a Carúpano
celebré el Carnaval más famoso
y degusté el ron más fino
Conocí la casa de Miranda
para luego parar
en la reserva de tortugas marinas
Paré en Barinas
una ciudad llanera y ganadera
donde escuché el canto
de los arrieros
el sonido del arpa
y el cuatro
Ahí en Los Llanos
una vasta sabana
con mucha vida
silvestre
vi caimanes, anacondas y venados
también aves, monos y delfines rosados
Di la vuelta a Trujillo
con clima templado
y paisajes verdes
subí al monumento
a la Virgen de la Paz
y visité el pueblo colonial
de San Pedro del Río
Me enamoré de sus flores
y frutas que adornan sus calles
plazas con su gente amable
y hospitalaria que me hizo sentir
como en casa
Así terminó mi viaje por Venezuela
sin mencionar ya
los estudios
comidas y carretera
entre destino y destino
con sus peripecias
recuerdo más Venezuela
que mis otras novias
más pasajeras.
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